El pasado 25 de Julio tuvimos la oportunidad de comprobar el buenhacer de tres proyectos nacionales de carácter totalmente underground (Scumearth, Persona y Eldar), asimilados a tendencias musicales que varía entren el noise, industrial o dark-ambient. La dificultad de llevar al directo este tipo de sonidos es indudable, ya que no siempre se pueden reproducir la totalidad de los efectos y el perfecto acabo de los trabajos de estudio. Hay que destacar, en primer lugar, la gran acogida que tuvo esta actuación, llegando a agotar las entradas previstas, limitadas tan solo a 50 personas y dejando entrever el interés de un público madrileño que puede respaldar este tipo de propuestas dentro de los sonidos más arriesgados de la música industrial. Si algo creo que tienen en común estos tres proyectos es la experimentación, en mayor o menor medida, de ambientes y ritmos potentes, canalizando cada cual su energía de distinta forma. En el caso de Scumearth, no hubo miramientos ni concesiones en su contundente descarga de harsh noise que martirizó los oídos de los asistentes durante su breve set de poco más de diez minutos. El ruido, como manifestación extrema, entrelazaba distintas secuencias así como ritmos analógicos que se distorsionaban, acoplándose unos a otros. Por su parte, Persona realizó una actuación más que interesante, teniendo en cuenta el gran potencial, las cualidades de sus dos componentes y la mutabilidad de un sonido orientado al industrial marcial. La voz de Desiree es el complemento ideal a los ambientes desoladores y pasajes impenetrables que llevan a cabo entre percusiones y distorsiones. Me quedo con la interpretación que hicieron de dos temas brillantes como “El triomf” y “Al jor del jujamen”. Por último, le tocaba el turno a Eldar, primer proyecto nacional en publicar disco con el sello CMI. Razones más que suficientes tiene Roger Karmanik en haberse fijado en ellos, y así lo demostraron durante el tiempo que duró su actuación. Lograron un sonido muy compacto y contundente, desgranando grandes temas como “Baraeco sin” o “Yaincoa flintz”, ejecutados a la perfección y espléndidamente acompasados entre percusiones de batería electrónica. Un directo sobrio e intenso que recreó acertadamente toda la fuerza y energía que desprende Eldar en sus grabaciones de estudio. En definitiva, un gran evento que pudimos disfrutar de bandas que son presente y futuro dentro de la escena nacional dark ambient e industrial.
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