OPUS NIGRUM. JOURNEY IN THE DARK.

Después del prometedor single de adelanto mediante el cual se daba a conocer Opus nigrum, se publica este primer trabajo completo de este nuevo proyecto nacional que desvela abiertamente todo su universo neoclásico, abarcando un amplio abanico de influencias rituales y orquestales. Una de las revelaciones más importantes de este año 2009 por muchas razones, entre las que se encuentran el excelente nivel de composición, grabación y producción de sus canciones, así como la magia y simbolismo de los pasajes épicos y ancestrales por los que discurre su música. Un verdadero placer que sorprendió a más de uno con aquel single que incluía, únicamente, dos canciones (“Miserere” y “Salve regina”) que vuelven a estar presentes en el listado de temas que componen este viaje en la oscuridad. Cubierto por esa línea ambiental y ritual de la mayoría de los temas, se exploran en realidad otros caminos de fantasía y misterio donde las constantes percusiones y coros femeninos engrandecen la intención de llegar más lejos, de dar el salto al mundo sobrenatural como ocurre en la increíble “Golem of war”. Tal vez la influencia más apreciable de este álbum se encuentra en la música de Arcana, grandes precursores y creadores de trabajos clásicos dentro del estilo que seguramente hayan podido ser de gran inspiración para componer piezas repletas de misterio a las que no les falta el sonido de potentes tambores que completan la marcialidad neoclásica de algunos instantes como en “Within the storm”, que se torna enigmática y apoteósica en su tramo final. La grandiosidad del sonido neoclásico continúa incesante durante todo el álbum, abundando la voz masculina de Miguel LS, auténtico artífice de la música de Opus nigrum con el que han colaborado en los coros y voces femeninas Kathleen O’Neill y María José Gr, destacando especialmente en “Salve regina”, una evocadora pieza de aires etéreos y calma espiritual. El álbum también contiene fragmentos encaminados a la épica y fantasía medieval, a veces acompañadas de percusiones o sinfonías pomposas, como en “Dagda”, sin abandonar los momentos de apacible reposo que llegan con el final del Cd. Por suerte, la escena nacional en lo relativo a las músicas oscuras orientadas al ritual, medieval, heavenly voices, etc no es la misma de hace diez años y han ido aumentando las propuestas de calidad que giran en torno a estos sonidos. Opus nigrum se coloca por su propia valía entre los mejores, con un disco notable de gran talento musical y cuidado artwork, que esperemos tenga una continuación y adecuada evolución en un futuro próximo. “Opus nigrum, la fase de disolución y de calcinación de las formas, la parte más difícil de la Gran Obra, el fin del reino de las tinieblas y la expulsión de la noche, de esa noche de invierno donde quien anda incautamente por ella, corre el riesgo de tropezar”, Aurora Consurgens. 8,4.