No es la primera vez que Ataraxia se atreve con ediciones que se salen de lo estrictamente musical, estoy pensando en aquel trabajo titulado “Arcana eco” que junto a un Cd más que interesante se aportaba un extenso libro que hacía resumen de la trayectoria de estos italianos, incluyendo una entrevista amplia y un buen repertorio de bellas fotos tomadas de todos sus discos. Con esta nueva edición, Ataraxia presenta un box que incluye un libro de extraordinario gusto y exquisitez ligada a la poesía, a la fotografía y al arte en general (96 páginas en total), además de un Cd que recopila una acertada colección de temas de toda su discografía y algunas postales que vienen a completar un pack único en una caja de color verde con un símbolo plateado en el centro. A estas alturas, pocos desafíos les quedan por realizar a uno de los grupos más importantes dentro de las músicas neoclásicas de cultura mediterránea. Aunque en un principio, pensando únicamente en lo musical, me parecía que con este nuevo trabajo se volvía a reiterar el buen hacer de la banda de otro modo pero al fin y al cabo, se recopilaban algunos de sus éxitos, una vez que tuve en mis manos el cd junto al libro y su cuidada presentación, me dí cuenta de lo acertado de todo el conjunto, con un disco ensoñador como tantos de Ataraxia y una selección de poesía y fotografía que parece ser inseparable a su música. Se divide en tres partes, cada una de ellas con un fotógrafo diferente (Raffaella Graziosi, Mick Mercer y Livio Bedeschi) que se encargan de estampar y dar forma a los versos escritos por la propia Francesca Nicoli (traducidos al inglés, alemán, francés, portugués y castellano). Cada capítulo retrata diversas visiones, paisajes apacibles, solitarios, inspiradores de recogimiento y paz, alejados de un mundo muy diferente al que muchos vivimos y por ello, quizás, anhelado al situarse en un espacio y tiempo aprehendido de la historia, capturado con bellas fotos y poemas para disfrute de la selección de canciones elegidas. Los dos temas nuevos (“Temenos” y “Rashan”) mantienen el excelente nivel de todo el trabajo y de lo que siempre se espera de Ataraxia, destacando una vez más a Francesca Nicoli. Pocas voces son tan personales, tan fácilmente reconocibles como la suya. Pocas, también, son tan diversas y emocionantes con tantos matices que se adaptan a cada instante, ambiente o instrumentación, fundamentalmente de guitarra o teclado. En esta ocasión no sólo nos deleita con su interpretación y voz, también lo hace con su lírica y sus estrofas decadentes: “Es la cantidad vibrante de deseos la que determina el tiempo. Me lo ha enseñado la luna”... Después de una extensa discografía, es una satisfacción seguir escuchando y disfrutando de obras tan magníficas como ésta; en los próximos meses tendremos más noticias ya que se espera nuevo disco para este 2009. 8,8.
jueves, 2 de abril de 2009
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