miércoles, 29 de abril de 2009

TOROIDH. SEGERVITTRING.

En los últimos días, he vuelto a escuchar y disfrutar con este disco, que no es ninguna novedad (año 2007) pero sí que es lo último que ha publicado Toroidh, del que poca información tenemos por el momento y a falta de nuevos trabajos, recuerdo este Segervittring:


Una de las referencias más importantes e influyentes de la música marcial en estado puro es, con todo merecimiento, Toroidh, una de las distintas caras de Henrik Nordvargr Björkk, artista consagrado y reconocido por la legión de adeptos que siguen sus distintos proyectos, siendo posiblemente éste que ahora comentamos, su faceta con mayor éxito. Después de un tiempo de silencio en el que se daba a entender el final del ciclo correspondiente a Toroidh, renacía de sus cenizas uno de los pioneros que han encumbrado un estilo y una forma de hacer música ligada al mundo militar de las grandes guerras, percibido desde un prisma cercano que intenta fotografiar e ilustrar toda la fuerza e intensidad de estos hechos bélicos, mostrando el dramatismo de aquellas situaciones y la grandiosidad del combate. La semilla depositada tanto por Toroidh como por otros artistas afines, hace ya unos cuantos años ha visto su fruto con una pléyade generacional de nuevas formaciones que comparten el interés por hechos que han marcado nuestra historia contemporánea, siempre con un punto de vista que explora las entrañas industriales y marciales de aquellos acontecimientos bélicos. Unos con mejor fortuna que otros han venido a tomar el testigo cedido por Toroidh, siendo muchos los ejemplos que podríamos citar llegados desde tierras polacas y alemanas, y de nuevo con este “Segervittring” vuelve a situarse en primera línea de guerra y al frente de toda la compañía de infantería dispuesta a enfrentarse a nuevos desafíos sonoros, puesto que éste estilo musical como tantos otros, requiere de ideas que puedan desarrollar distintos caminos, aportando conceptos y temáticas que no se anquilosen en el pasado y ofrezcan al mismo tiempo aire fresco para una mejor evolución de las peculiaridades musicales que se pretenden. No es necesario, por tanto, mayor presentación para quien ha creado tendencia musical, conformando este nuevo disco el punto y seguido de aquella trilogía europea que recuperó el sello WOP, valiente a la vez que reflexivo en la desolación patente en el campo de batalla. El primer tema sirve de introducción en el mundo personal de Toroidh, con un sencillo y elegante vals previo al comienzo de la contienda bélica con “Bär vittnesbörd”, que muestra la calma tensa enlazada en un estilo dark ambient, abriendo el choque frontal gracias a las percusiones y los coros densos de la lejanía. Con “Israel” continúan las atmósferas cargadas y el espesor de la niebla en la batalla cada vez más próxima acercándose con el redoble de tambores y voces distorsionadas. La espera en la preparación del combate crea un climax de máxima tensión en estos primeras temas, también en “Tusen ar” con una sensación de soledad sin puntos de apoyo en un horizonte devastado. Esta capacidad de H. Nordvargr para captar dichos momentos sumamente fríos que profundizan en el drama humano mediante ambientaciones industriales y desoladoras constituye el gran acierto de este disco, que no se conforma con los cortes mas directos del combate que si los tiene como “Wermlandsbrigadens Atertagsmarsch” o el propio “Segervittring”, metido de lleno en el fragor de la lucha reflejada en repetitivas percusiones y samplers, sino que se introduce ahondando en el cerebro de quien afronta la batalla cara a cara con el adversario, sucediéndose a continuación temas más ruidosos y marciales. Por si no fuera poco, Toroidh también se arriesga penetrando en terrenos más experimentales con ambientaciones oscuras (como en “Malström”) que comprenden secuencias cercanas al noise y samplers de voces y marchas militares que nos conducen al último tema “Ut”, corta y sencilla orquestación que se complementa correlativamente con el inicio de un disco que merece mucho la pena y que podía adquirirse en dos ediciones distintas, una en digipack con panel alargado tipo A5 limitado a 1000 copias y otra para coleccionistas en un box que incluye tarjeta y parche del que sólo existen 66 copias. No dejes pasar por alto un trabajo que transpira esfuerzo, honor y victoria, invadiendo de nuevo los estandartes de la música industrial marcial. 8,5.

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