miércoles, 6 de enero de 2010

KREPULEC. MARTIAL INDUSTRIAL POWER WITH PARABELLUM IN THE HAND.


El ultimo trabajo de este proyecto polaco liderado por Wojciech Zięba (Infamis), propietario y manager de Beast of prey records, recoge una colección de canciones creadas hace años, centrándose en sus inicios con un split compartido entre Krepulec y Cold fusion (3”CDr) en una edición ultralimitada de tan solo 66 copias en un paquete de cartón atado por una cuerda de cáñamo. Con la intención de recuperar aquel mini álbum y convertirlo en un trabajo completo añadiendo otras muchas canciones de antiguos vinilos y rarezas, el sello Twilight records editó este digipack que, aunque no es un disco completamente nuevo de Krepulec, mantiene las características principales de su música como el uso extraordinario de samplers de voces y canciones de época, el sonido industrial y la ambientación marcial de himnos que rebosan sentimiento patriótico, fanfarrias militares y en menor medida un estilo acústico dejado de lado, ya que apenas existen momentos de ese neofolk-marcial que vislumbramos en su anterior “New radical”. Recordemos que Grzegorz Siedlecki, líder de Horologium y antiguo componente de Krepulec, dejó de grabar, componer o escribir para esta banda desde el año 2005, convirtiendo a Wojciech Zieba como único responsable, sin contar con los músicos colaboradores en actuaciones en directo. Salvo alguno de los cortes incluidos en este álbum que corresponden a aquel período inicial, los restantes fueron grabados en 2008 y en su conjunto crean un disco que se escucha íntegramente donde prevalece el trabajo procesando efectos junto con el uso de sintetizadores, sin olvidar algunas percusiones que vienen a completar la grandiosidad del sonido marcial. En este disco encontramos, más que nunca, ese tipo de cortes que plasman grabaciones antiguas, canciones de época o marchas militares como “W Kodly do boju”, la remasterizada “Parabellum” y la emotiva “Song of the crying mother” que sin duda es el perfecto reflejo del llanto desconsolado de una madre en período de guerras. La crudeza industrial llega a la desolación, recordando a los mejores Arditi o Toroidh en “Thunderous steel”, aunque también existen momentos álgidos de esplendor marcial como “March for the death” o “Day of the victory” con especial atención al trabajo realizado en las percusiones que conforman con su reiteración una hipnótica y oscura ambientación. A pesar de no contar con temas propiamente cantados salvo la incorporación de los samplers comentados, el álbum se escucha de una sola vez, muy homogéneo y compacto, creando una incursión en las profundidades del mundo bélico, toda una suerte de sensaciones para los amantes del sonido industrial marcial. 8,3.

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