lunes, 25 de enero de 2010

ONIRIC. CABARET SYNDROME.


Uno de los grupos revelación que mejor impresión causaron en 2009 es este dúo italiano formado por Carlo De Filippo y Gian Vigo que publicaron su debut en Caustic records y del que han obtenido una respuesta unánime, por lo positivo, de la inmensa mayoría del público y crítica que se ha parado a escuchar los 32 minutos de este disco. Aunque este proyecto italiano inició su andadura por el año 2005, no se han dado a conocer hasta la edición de este “Cabaret syndrome”, una denominación muy acertada para acercarse a ese estilo dark-folk de influencias cabareteras y refinamiento nostálgico. Un sonido que recupera el sentimiento de café antiguo, de vals y cabaret, de decadencia melancólica que se percibe, permanente, en las notas de teclado, en las melodías de acordeón y en los acordes de guitarra acústica. Destaca la identidad y temperamento que han sido capaz de transmitir a su música, con una variada instrumentación y combinación de estilos que, a pesar de la visible e innegable influencia de grupos o artistas como Spiritual front o Yann Tiersen, les hace diferentes por ese conjunto de características y aspectos individuales. Todos los temas son brillantes, todos tienen cualidades especiales que les hace despuntar ya sea por sus melodías, las letras acordes, en inglés o francés, a la ternura y sensibilidad de su musica o las voces masculinas que encuentran su contraste en la voz femenina de Simona Giusti, tercer miembro de Oniric. Si especialmente bellos son los temas cantados no lo son menos los momentos instrumentales, como se puede sentir en “Ophelia's Portrait”, una delicia reservada para los paladares más exquisitos. Este disco es de esos que apenas termina, vuelves a reproducir para dejarte llevar por un mundo onírico de belleza que no quieres dejar escapar y del que no existen más que buenas palabras. Un álbum delicado, elegante y deslumbrante dentro de la escena darkfolk, dark cabaret o heavenly voices, del que espero ansioso una continuación que confirme las magníficas sensaciones de este primer trabajo. 8,8.

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