NOVEMBER NOVELET. MAGIC.

El sello Galakthorro no para y ya están listos dos nuevos trabajos:
Un single para November Novelet, “Sacred” 7’’ (022) y otro en vinilo y cd para Hermann Kopp “Under a demon’s mask” (021). Seguro que no defraudarán y mientras, hasta que podamos disfrutar de lo último de NN, recuerdo su anterior y magnífico Magic.

El proyecto paralelo de Haus Arafna conocido bajo el nombre de November Novelet regresa tras un largo parón de ocho años en los que estuvo hibernando en la mente de Mrs. Arafna y Mr. Arafna, sin trascender noticias y avances de lo que ha sido su segundo disco completo. El anonimato y la singular introversión de Galakthorrö ha revertido en la construcción de un sello independiente, singular, enigmático y un tanto hermético que se ha situado al margen de lo que ocurre en la escena industrial y electrónica más oscura con una filosofía de trabajo fiel a sí misma. Esta búsqueda esencial de un sonido electrónico minimalista ha satisfecho y cumplido el deseo de sus fervientes seguidores que esta vez no deberán pelearse por conseguir una preciada copia de este cd, ya que en dicho formato no se ha puesto límite a una tirada, que sí lo tiene en el vinilo con tan sólo 721 ejemplares. Como vía de escape de aquellos temas que habían creado la pareja alemana y que no cuadraban con el propósito musical de Haus Arafna, nació November Novelet sin el extremo agresivo del anterior pero dotados de la misma personalidad y una influencia del pop (convertido en antipop) de los ochenta que hace más accesible su música para un público menos acostumbrado a la electrónica más cruda.“Magic” es un álbum variado, cabal y muy maduro en perfecta armonía de sensitividad y fría oscuridad con temas muy melódicos que te atrapan constantemente en un abismo de intimidad electrónica. Destacar algunos cortes se me hace difícil porque creo que todos son por igual de prodigiosos y ninguno de ellos está por debajo del siguiente, relevándose unos más bailables como “My fairy place”, “Glass” y “Street of lost hearts”, con otros mucho más misteriosos y mórbidos llenos de pasajes gélidos y siniestros como “Red eye”, “Letting go” o “I see real” donde la sensación de turbación invade el desasosiego interior. A veces me recuerda a Geneviève Pasquier o influencias electrónicas de Kraftwerk pero no pasan de ser atisbos de similitud de un disco original como pocos con un estilo personal sobre lo impersonal que ha crecido notablemente respecto a su anterior álbum “From Heaven on earth” de 1999 suavizando el sonido y demostrando que es capaz de impresionar por igual ya se muestre más o menos melódico. No obstante, hay cosas que no varían como la instrumentación analógica o el tratamiento de la voz femenina de Mrs Arafna que te envuelve en atmósferas depresivas y a la vez bailables. Todo una sutileza para genios capaces de aunar extremos que parecen no poder conjugarse pero que realizados con maestría se complementan integrándose plenamente en un disco altamente recomendable. 8,8.