No todos los días se puede presenciar un concierto de tanta Calidad como el que se pudo disfrutar el pasado 1 de noviembre en la sala Ritmo y compás de Madrid. Una oportunidad única para cualquier fan de Collection d’arnell-andrea, una banda que actuaba por primera vez en España y que deslumbró con una puesta en escena brillante. Por suerte, los franceses no eran los únicos en subirse a un escenario dicha noche ya que les acompañaban en el cartel Narsilion, que fueron los encargados en comenzar el show. Su actuación reunió temas de sus tres álbumes hasta el momento, haciendo hincapié en los correspondientes a su último cd “Namarie” (incluyeron también una primicia de lo que será su siguiente álbum). Un concierto bien desarrollado por sus dos miembros que se multiplican en versatilidad, interpretando percusiones, teclados, guitarras y violín. Se echó en falta el sonido de la flauta que en el pasado tenía mucha más presencia y que actualmente con su formación como dúo ha quedado relegada a un plano posterior. Salvo este detalle, su música te introduce en un mundo mágico con momentos melancólicos y otros más épicos. Creo que algunos temas con mayor aportación de percusiones en directo resultarían aún más impresionantes pero entiendo las limitaciones para poderlas llevar a efecto.
Tras un breve descanso, correspondía el turno de Collection d’arnell-andrea que desde el primer tema ,“Les sombres plis de l’âme”, mostró todas sus cualidades, siete músicos completamente coordinados entre sí y realizando un directo simplemente perfecto. Si la actuación de Narsilion fue notable, la de CDAA fue soberbia, con una vocalista Chloé que encandila. Una voz con personalidad y con mucha presencia, sin duda uno de los puntos fuertes de esta banda. No quiero con ello, restarle mérito a ninguno de los seis miembros restantes ya que todos aportan su experiencia y demuestren con creces que estamos tratando de verdaderos músicos. El repertorio de temas fue muy variado con mayor énfasis en su disco “Exposition, eaux fortes et méandres”, aunque no faltaron clásicos de siempre como “Deafening breath” o “Anton’s death”, que sonó incluso mejor que en su versión original. El hecho de introducir violín y cello en sus directos junto al omnipresente bajo y su drum machine arrancando todos los temas, le concede esa sensualidad única que les permita moverse entre estilos, Cold wave, rock, ethereal… Definitivamente, todo un acierto para De Profundis y MCMLXXXIV que hicieron posible este concierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario