Apenas dos referencias anteriores teníamos de este proyecto alemán que irrumpió hace más de diez años en el darkfolk más experimental, causando buenas sensaciones y abriendo un extenso e inactivo intervalo de tiempo que finalizó en el año 2007. La discográfica “Eis & Licht”, pieza clave en el origen y evolución del neofolk actual, rescató en 2005 su precedente trabajo “Idafeld” con una reedición en cd, una vez que ya se había agotado su publicación en formato vinilo. Siguiendo esta relación con el sello alemán, nace este “Myrikvidi” como un disco completamente arraigado en la naturaleza y el folclore ancestral con sabor a misticismo y tradición que profundiza en antiguos bosques y viejas creencias. Para adentrarse en este disco y comprender todo su entorno, así como dar, cada uno, su propia perspectiva a una ambientación que puede interpretarse en distintas formas, es conveniente situarse predispuesto y tener los oídos bien abiertos para intentar desenredar el laberinto espinoso que ofrece “Myrikvidi”. Hablamos, por tanto, de un álbum que merece de un especial tratamiento, así como varias escuchas para ir captando todos los detalles sonoros que son muchos y desarrollar el concepto ofrecido por Dankwart Lautenschläger, máximo artífice de este proyecto oscuro y místico, que cuenta con la inestimable colaboración de dos grandes figuras del neofolk moderno como Henryk Vogel (DARKWOOD), y Markus Wolff (WALDTEUFEL).
En comparación con el sonido mostrado en el pasado, éste es un disco que aborda diferentes generos predominando, en ocasiones, mucho más un estilo neofolk que los efectos industriales aparecidos en sus anteriores trabajos, encuadrado todo ello en un conjunto uniforme que abarca samplers, guitarras acústicas, percusiones rituales y una electrónica ambiental que fluye en un álbum conceptual y experimental, sumergiéndose en el espesor de la naturaleza de la misma forma que lo hacen grupos como Stumpercht en sus parajes alpinos o Sangre Cavallum en las profundidades de sus ríos Duero y Miño.
Una breve recitación nos introduce en “Hinein ins dunkel”, punto de partida del trayecto musical propuesto entre sugerentes tambores y el sonido del viento con hojas secas soplando con fuerza en la lejanía. Del mismo modo seguimos con “Fergunna”, de carácter igualmente ritual y épico, que nos conduce hasta la sangre del abeto o “Tannenblut”, el primer tema realmente cantado que arranca con mayor ímpetu en la defensa agerrida del medio natural sostenido con fanfarrias heroicas que desembocan en el corte más misterioso del disco que lleva por nombre “Windjammer”, un esfuerzo más por mantener viva la llama del embrujo con invocaciones al espíritu que vuela con el viento. La cara B contiene cuatro temas más, comenzando con “Nibelheim” de ritmos trepidantes, orquestaciones y ambientaciones agrestes entrelazadas como si de una banda sonora se tratara. Con “Eibental” llegamos a uno de los momentos más álgidos con una bella balada interpretada por Markus Wolff, que tiene el aroma personal de Waldteufel, y la inconfundible identidad de su folclore en un entreacto previo al último tramo del disco que finaliza retomando los aires rituales mostrados en el inicio con “Abschied & bevolkerung”, punto final de este viaje iniciático en torno a los recónditos secretos que se esconden en el graznido de los cuervos, captados en el bello formato del vinilo, limitado en este caso a 300 copias, que constituye sin lugar a dudas, el medio más idóneo para transmitir tantas percepciones. Recomendable para mentes inquietas y abiertas a nuevos desafíos. 7,9.
En comparación con el sonido mostrado en el pasado, éste es un disco que aborda diferentes generos predominando, en ocasiones, mucho más un estilo neofolk que los efectos industriales aparecidos en sus anteriores trabajos, encuadrado todo ello en un conjunto uniforme que abarca samplers, guitarras acústicas, percusiones rituales y una electrónica ambiental que fluye en un álbum conceptual y experimental, sumergiéndose en el espesor de la naturaleza de la misma forma que lo hacen grupos como Stumpercht en sus parajes alpinos o Sangre Cavallum en las profundidades de sus ríos Duero y Miño.
Una breve recitación nos introduce en “Hinein ins dunkel”, punto de partida del trayecto musical propuesto entre sugerentes tambores y el sonido del viento con hojas secas soplando con fuerza en la lejanía. Del mismo modo seguimos con “Fergunna”, de carácter igualmente ritual y épico, que nos conduce hasta la sangre del abeto o “Tannenblut”, el primer tema realmente cantado que arranca con mayor ímpetu en la defensa agerrida del medio natural sostenido con fanfarrias heroicas que desembocan en el corte más misterioso del disco que lleva por nombre “Windjammer”, un esfuerzo más por mantener viva la llama del embrujo con invocaciones al espíritu que vuela con el viento. La cara B contiene cuatro temas más, comenzando con “Nibelheim” de ritmos trepidantes, orquestaciones y ambientaciones agrestes entrelazadas como si de una banda sonora se tratara. Con “Eibental” llegamos a uno de los momentos más álgidos con una bella balada interpretada por Markus Wolff, que tiene el aroma personal de Waldteufel, y la inconfundible identidad de su folclore en un entreacto previo al último tramo del disco que finaliza retomando los aires rituales mostrados en el inicio con “Abschied & bevolkerung”, punto final de este viaje iniciático en torno a los recónditos secretos que se esconden en el graznido de los cuervos, captados en el bello formato del vinilo, limitado en este caso a 300 copias, que constituye sin lugar a dudas, el medio más idóneo para transmitir tantas percepciones. Recomendable para mentes inquietas y abiertas a nuevos desafíos. 7,9.
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